PRIMERA EXPOSICIÓN INDIVIDUAL, VAN RIEL, 1959

En 1959 María Juana Heras Velasco realizó su primera exposición individual en la mítica Sala V de la galería Van Riel. Bajo la dirección de Frans van Riel hijo, la galería se ocupó activamente de la promoción de los artistas jóvenes, y constituyó un importante espacio de exhibición tanto para consagrados como para noveles. 

Entre otras exposiciones importantes, se realizaron allí el primer Salón de Nuevas Realidades, arte abstracto-concreto-no figurativo en 1948; la muestra de Raúl Lozza, primera muestra de pintura Perceptista  en 1949; la muestra siete pintores abstracto del grupo BOA: Macció, Peluffo, Borda, Chab, Testa, Robirosa y Sakai en 1957. En 1959, además de la muestra de Heras Velasco, se realizaron las exposiciones individuales de Espinosa, Berni, Paparella y Gambartes, y la primera muestra del Movimiento Informalista.

En la sala V de la galería, destinada a la exhibición de las manifestaciones más innovadoras del arte, la artista expuso un conjunto de obras abstractas de carácter orgánico, realizadas en cemento, yeso, madera y bronce que mostraban su camino hacia la abstracción. La exposición se presentó acompañada de un catálogo y una serie de afiches serigrafiados diseñados por la artista. Su maestro, Emilio Pettorutti, acompañó los preparativos de la muestra desde Europa a través de un intercambio epistolar donde la aconsejó y le transmitió su apoyo. 

En un artículo de prensa el crítico Córdoba Iturburu elogiaba así el conjunto de obras exhibidas: “En todos los casos, su forma presenta una fisionomía de originalidad equilibrada y, en ciertas oportunidades, un impulso de vuelo que les confiere, a pesar de las reducidas dimensiones, un acento de airosa monumentalidad.” Sus observaciones parecen anticipar la producción posterior de la escultora, en la que sus obras comienzan a adquirir dimensiones cada vez mayores, con la voluntad de ocupar un lugar en el espacio público.

Pocos años después, en 1962, la artista realiza su segunda exposición individual, también en la Galería Van Riel, esta vez, en la Sala I. Desde entonces María Juana mantuvo con Frans van Riel una larga relación de mutuo respeto y cariño.