EXPERIMENTACIÓN CON MATERIALES INDUSTRIALES: CHAPA Y PINTURA

Hacia mediados de los años 60 María Juana Heras Velasco abandonaba las técnicas tradicionales de la escultura para comenzar a experimentar con materiales y procedimientos de origen industrial. Así comenzó a trabajar con chapas de hierro a las que aplicó color a través de las técnicas utilizadas en la industria automotriz. Tal como ella misma lo describió, realizaba en sus obras un trabajo similar al que se llevaba a cabo para arreglar la carrocería de los autos. Cortaba, soldaba, masillaba, lijaba, enmascaraba y pintaba con soplete; cuando sus dimensiones así lo requieren, encargaba el plegado de sus piezas. 

“Yo empecé modelando con arcilla. Acercarme a otros materiales era un desafío. Cuando descubrí la capacidad expresiva del hierro supe lo que quería hacer con él”, recuerda Heras Velasco en una entrevista en 1998. La artista continúa explicando que comenzó  a trabajar con chapa a partir de la necesidad de aligerar el volumen de materia sólida, buscando un material que envolviera el volumen del vacío.(2) 

A partir del uso de la chapa de hierro María Juana Heras Velasco comienza a consolidar su vocabulario formal ligado a la geometría, y una particular forma de entender el espacio, en la que tanto el lleno como el vacío tienen un rol activo. Esta concepción espacial, que surge con las enseñanzas de Fontana, se desarrollará a lo largo de toda su producción.

(1)Herminia Devoto, “María Juana Heras Velasco. La vitalidad” (entrevista), Manos a la obra, año 1, n° 8, Buenos Aires, marzo de 1998. Pp. 26-29.

(2)Ibid.